Nuestro compañero José que se encuentra actualmente en tierras levantinas (otro de nuestros compañeros desplazados) corrió el pasado Media Maratón de Valencia, y quiere compartir con todos nosotros su experiencia:
Desde muy temprano se presentía el día caluroso. 19 ºC a las 7:00 de la mañana y una humedad de más del 90%. Pero la vida del no es fácil, y menos la del runner…
Iba a correr por fin la primera carrera desde que llegué a Valencia y estaba ilusionado por dos motivos: el primero participar en una de las medias más importantes de España que batía record de participación, más de 10.000 personas inscritas y el segundo porque era la primera vez que participaría junto con uno de mis hermanos en alguna prueba (y espero que no sea la última).
A las 9:00 ya estábamos los 10.000 runners con la adrenalina a tope y divididos en cajones según nuestras marcas. A mí me tocó en el cajón del grupo de élite (es broma claro), salí en el tercer cajón y había tanta gente que casi me quedé fuera del mismo. En el aire había unos artefactos como pequeños ‘OVNIS’ que nos estaban grabando desde el aire.
Cuando se dió el pistotelazo de salida sonaba la canción de Carros de Fuego y casi no se podía correr así que fui dejándome llevar arrastrado por el lento río de corredores los primeros dos kilómetros. Al finalizar la larga Avenida del Puerto se despejó el horizonte y la sensación de agobio disminuyó. Luego hubo varios kilómetros rápidos, desde la Avenida Blasco Ibañez (donde una batucada nos amenizó la carrera), pasando por el Paseo Marítimo y volviendo a la salida en la Avenida del Puerto. En el kilómetro 9 la humedad del ambiente empezó a hacer mella. En el 10 vi por el carril contrario a varias balas africanas que serían los que subirían al final al cajón de honor y me dio un pequeño bajón. Era consciente que no iba a batir mi mejor tiempo, había llegado justito a la prueba, así que me dediqué a disfrutar de la misma, de la animación de la gente y del bonito circuito de la Media Maratón de Valencia.
Después nos dirigimos a la calle Colón dirección al centro, donde los ánimos de la gente nos daba fuerzas para seguir hasta la meta. Luego vuelta al puerto con la Ciudad de las Artes y las Ciencias como paisaje de fondo. Se hicieron largos, muy largos los dos últimos kilómetros por la calle Menorca hasta llegar a la meta, donde frases de motivación nos daban el último aliento como ‘el esfuerzo de hoy ha merecido la pena’.
Mi tiempo al final fue de 1:38:14 y en el GPS algo más de 20,40 Km desde el arco de salida. Mi hermano hizo un tiempazo como siempre, 1:21:04, que le sirvió como un test previo para la Maratón de Valencia dentro de un mes.
Sin duda el año que viene repetiré y animo a cualquiera de mis compis de BEER a que lo hagan porque seguro que no se arrepentirán. Aunque no pueda correr con vosotros seguimos compartiendo la misma afición, el running.
Salu2. José.
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