Ayer Domingo el día despertó alegre y soleado. Partí hacia Briviesca con buena compañía (dos máquinas del atletismo popular burgalés dicho sea de paso) y con la ilusión de participar en mi primer cross de montaña.
Llegamos muy pronto y nos dirigimos a la Plaza Mayor de Briviesca sobre las 10:15, donde algunos atletas ya estaban calentando. Se respiraba ambiente de carrera popular.
Recogimos el dorsal en el puesto habilitado para ello y una vez en nuestro poder fuimos a tomar el último café para estar a tono antes de la carrera. 15 minutos de calentamiento y vuelta a la Plaza, donde todos los participantes estaban listos ya para emprender la dura subida. El momento quedó inmortalizado con una foto de rigor y momentos después, a las 11:30, se daba la salida neutralizada.
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| Foto de la salida con todos los participantes |
Trotamos todos juntos por las calles de Briviesca hasta pararnos en la subida de las piscinas. Una vez allí, se dió el pistoletazo de salida. Pronto empezamos la subida pensé‚. Pero la subida acabó pronto para dar paso a una ligera bajada y girar a la derecha por un camino de piedras. Ya tenía el primer kilómetro en el bolsillo.
Los siguientes 2,5 Km consistían en subidas y bajadas bastante asequibles. Fue el tramo más rápido de la carrera y me encontraba con buenas sensaciones. PERO, a partir del 4,5 comenzaba lo bueno o lo malo, según se mire. Las rampas del Mortirolo y el L'Angliru no eran nada comparadas con las de la subida a Salinillas. No se porqué, pero en ese duro trance me vino a la cabeza la canción de Highway to Hell de los AC/DC. Hacía lo que podía y en las rampas más duras iba parado, como muchos otros atletas a mi alrededor. Las voluntariosas personas colocadas en al avituallamiento eran una luz al final del túnel. Recarga de agua y a seguir subiendo. Hasta el kilómetro 7 se seguían subiendo duras rampas.
En el kilómetro 7 por fin nos encontramos de nuevo una bajada, pero vaya bajada!!. Un camino serpeante con gran pendiente descendente y curvas de 180 grados, por lo que no podías ir especialmente rápido. Al bajar llegamos a Pozo Blanco que nos daba la bienvenida hasta la subida final al Santuario de Santa Casilda. Se sube por un lateral de la montaña, por un camino de hierbas, y se hace especialmente duro y largo por la dureza del recorrido anterior. Saludamos a la fotógrafa de BEER intentando fingir que voy bien pero sin mucho éxito.
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| Ritxi con gasolina de sobra en la subida final |
Un último esfuerzo y ya estaba allí el Santuario de la patrona burebana y la dulce línea de llegada. 46 minutos y muy contento de haber acabado un reto más junto a mis compañeros de BEER.
La Organización del Evento nos obsequió con una estupenda bolsa de corredor con queso de Briviesca (muy bueno), piezas de fruta, dulces,un DVD del pueblo de Briviesca y unos calcetines, además de bebida y comida para los corredores exhaustos. Además hubo un almuerzo para todos los presentes con la estupenda morcilla de Briviesca incluida.
Para concluir dar la enhorabuena a mis compañeros Sheila (3ª SENIOR FEMENINO) y Ritxi (3º SENIOR MASCULINO) por lograr sendos triunfos para nuestro humilde equipo.
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| Los campeones de Beer |
También felicitar a la organización de la prueba. Sin duda, esperamos una sexta edición de este cross en la que seguro volveremos.
La clasificación general de la prueba la podéis consultar en la página oficial de la prueba. Los tiempos estarán disponibles en breve.
Salu2. Burgaleses En El Running.
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