El corazón es un músculo que está funcionando de forma ininterrumpida durante toda nuestra vida. Cuando tenemos 70 años habrá realizado 2 billones de contracciones para proporcionarnos la sangre necesaria a todo nuestro organismo.
En el gráfico siguiente podéis ver una gráfica extraida de un estudio científico en la que se relaciona la frecuencia cardíaca de diferentes animales y su esperanza de vida. Concluimos de esta comparativa que cuanto más pequeño es el animal mayor frecuencia cardíaca lo que conlleva una esperanza de vida menor. El hombre es el único que rompe el guión debido a los avances conseguidos en campos como la medicina, la nutrición... (pero hay que recordar que hace 2000 años nuestra esperanza de vida era de 30-35 años en consonancia con el gráfico).
Esperanza de vida vs Ritmo cardiaco (Foto: unkilodepalabras) |
En definitiva, todos nacemos con una capacidad de energía disponible para gastar. Si nuestro corazón va más rápido nuestro metabolismo también irá más rápido y consumiremos antes la energía muriendo antes. Por todo esto que os contamos hay una creencia errónea que circula por ahí que dice: "Tu sigue corriendo, que el corazón tiene un número limitado de pulsaciones, cuanto más corras antes te mueres!!!'. Esta afirmación no es del todo cierta porque nuestra esperanza de vida depende de muchos factores más complejos.
Anatomía del corazón (Foto: frecuencia-cardiaca) |
Corriendo más no morimos antes, es más, en un estudio realizado por investigadores de Dinamarca se afirma que correr moderadamente podría alargar la vida de las mujeres en 5,6 años y en 6,2 años la de los hombres.
En la investigación participaron alrededor de 20.000 hombres y mujeres y se recopilaron datos desde 1976 en Conpenhage. Los sujetos informaban sobre el número de veces que salían a correr por semana y la intensidad del ritmo de carrera. Durante el seguimiento del estudio a lo largo de los años se identificaron 10.158 muertes entre los que no salían a correr y 122 muertes entre los que si practicaban actividad física. El equipo de investigadores descubrió que el riesgo de mortalidad se redujo en un 44% tanto en corredores como en corredoras.
Otra conclusión del estudio es que los que mejores resultados obtuvieron fueron los que corrían moderadamente entre 1 hora y media y 2 repartidas entre dos y tres salidas.
Desde Beer os recomendamos salir a correr porque alarga la vida, porque libera endorfinas que nos hacen sentir bien, reduce la tensión arterial, mejora la función cardiaca y ayuda a moderar el peso.
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